El alcalde de Barcelona, Xavier
Trias, y el presidente y CEO de Cisco, John Chambers, han anunciado este jueves
el acuerdo de colaboración que supone el despegue de los proyectos para
convertir la ciudad en modelo global de referencia de Smart City con el que los
ciudadanos vivan mejor, poniendo la tecnología a su alcance.
Los acuerdos con Cisco se han firmado
por tres años, y la empresa ya ha aportado 4 millones de dólares, que se sumarán
a otros 2 millones de euros, de los cuales 400.000 euros serán aportaciones
directas al Ayuntamiento, si bien se prevén inversiones cuantiosas por los
partners: se han interesado agentes como la London School of Economics (LSE).
Barcelona trabajará en el desarrollo
de un City Protocol para definir el ideal de ciudad mediante indicadores y
procesos clave, y trabajará con Cisco y partners locales y globales para probar
nuevos servicios urbanos mediante proyectos piloto en la capital catalana.
Se trata, entre otros, las manzanas
de viviendas energéticamente autosuficientes --promesa electoral de Trias que
quiere probar en un terreno del barrio de la Prosperitat, donde los vecinos lo
rechazan por estar calificado de equipamiento--, ahorrar energía del alumbrado
y edificios públicos, optimizar el uso del agua de la lluvia y red de autobuses
y aparcamientos inteligentes.
El tercer teniente de alcalde y
responsable de Hábitat Urbano, Antoni Vives, ha subrayado que han querido dar
"la idea de continuidad" con la presencia en el anuncio del ex
alcalde Jordi Hereu, con cuyo equipo puso en marcha los contactos con Cisco, y
que ya derivó un primer acuerdo en febrero del año pasado.
Cisco tiene experiencia en múltiples
localizaciones, como Asia y Londres, desde donde ha viajado el presidente de
Smart+ConnectedCommunities y Globalización de Cisco, AnilMenon, quien ha
destacado pero que Barcelona está aventajada porque tiene la "idea
visionaria" y un ayuntamiento que mantiene su apuesta pese a los cambios
electorales
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